Self-storage para jubilados

La jubilación puede verse como un signo de edad avanzada. Sin embargo, para muchos jubilados esperan tener más tiempo libre y disfrutar de la vida. Esta nueva etapa es una oportunidad para hacer algo nuevo: descubrir aficiones como pintar o escribir, pasar más tiempo con los seres queridos o viajar por el mundo visitando nuevos lugares y conociendo culturas exóticas. Este nuevo estilo de vida puede comportar cambios en su hogar. Si quieres ver como el self-storage juega un papel importante en esta nueva etapa, ¡sigue leyendo!
 

Alrededor del mundo

Todos los compromisos laborales han desaparecido y ahora dispones de mucho tiempo libre. ¿Por qué no viajar por el mundo, descubriendo nuevos países y culturas diferentes? Para eso necesitas medios económicos. Una buena opción es reducir los gastos fijos: puedes plantarte subarrendar tu casa o rescindir el contrato de alquiler.  Pero tus muebles, ropa y recuerdos deben guardarse en algún sitio. En este momento es cuando el self-storage te puede ayudar. Alquilar un trastero es mucho más económico que rentar un piso y, al mismo tiempo, tienes acceso ilimitado a tus pertenencias, que están guardadas en óptimas condiciones.
 

¿Nuevo hogar, nuevo comienzo?

Ahora que dispones de tiempo libre, puede que tengas la oportunidad de renovar tu casa o incluso buscar una nueva vivienda, más adaptada a tu edad. Mudarse a un piso más pequeño significa, entre otras cosas, disponer de menos espacio. Pero no tienes por qué vender ni donar nada que sea valioso para ti. Los trasteros te ofrecen un almacenamiento sencillo y totalmente accesible para todas tus pertenencias.
 

Mudarse a una residencia 

Limitaciones como las dolencias físicas y la demencia no son inusuales en personas de edad avanzada.  El traslado a una residencia es, a menudo. objeto de debate. En primer lugar, si las fechas de entrada y de salida no coinciden con las de la mudanza, se requiere mucho espacio para almacenar los objetos personales. En segundo lugar, no se puede trasladar todas las pertenencias a la residencia ya que, en general, hay menos espacio vital. En ambos casos, un trastero externo puede ser una buena opción. Puedes seguir conservando tus cosas y, al mismo tiempo, ahorras dinero al no tener que seguir pagando el alquiler de tu anterior piso.